La cruz de Cristo es la ventana al Corazón de Dios; es el momento de mayor gloria o sea donde mas se revel quien es Dios. La gloria de Dios es la manifestación de Dios, la manifestación de quien es el, por lo tanto es la manifestación maxima de su amor y bondad. Ahi debemos permanecer para saciarnos de su amor.
TENGO SED
Madre Teresa se encontró con un Dios que nos ansía tal como somos, incluso a los peores de nosotros; un Dios que desea atraernos a su abrazo, a pesar de los fallos pasados o las debilidades presentes. Madre Teresa llegó a comprender una piedra angular de la misericordia divina, de su modo de tratarnos, al darse cuenta de que cada uno de nosotros necesitamos más amor del que nos merecemos. ¿No nos ha mostrado Dios el mayor amor precisamente cuando nos lo merecemos poco, desde el árbol del Edén al árbol del Calvario y más allá?
Fuego Secreto
"Ese chico y esa chica que se enamoran, ese amor es «Tengo sed». Tenéis que experimentarlo. Es lo mismo— hemos llegado a esa convicción […]. Su amor es sed."
(Santa Teresa de Calcuta, en el libro Fuego Secreto.)
"Este ardiente amor no es sólo dominio del Hijo, quien comparte nuestra humanidad; su fuente es el Padre. Resulta asombroso darnos cuenta de que el Padre ama todo lo humano con el mismo amor, con la misma magnitud y la misma intensidad que ama a su Hijo divino. Madre Teresa comprendió que es la naturaleza de Dios amar de esa forma, amarnos con la totalidad de su ser, y que no es capaz de amarnos menos. Por esta razón recurría con tanta frecuencia a la palabra infinito para aclarar la naturaleza de Su sed."
Fuego Secreto de MT
«Jesús es Dios: por tanto, Su amor, Su sed es infinita. Nuestro objetivo es saciar esta sed infinita de un Dios hecho hombre.»
(Santa Teresa de Calcuta, en el libro Fuego Secreto.)
"Si tomáramos todo el amor de todos los corazones de las personas de la tierra y lo sumáramos a todo el amor de las personas que han existido a lo largo de la historia y luego sumáramos el amor de todos los santos del cielo y todos los ángeles, querubines y serafines para verter a continuación ese amor en un solo corazón y dirigir todo ese amor hacia nosotros, todavía se quedaría infinitamente corto ante el amor que Dios derrama sobre cada uno de nosotros en este mismo momento. Porque Dios es infinito; su amor no está dividido de modo que cada persona reciba sólo una porción. Cada uno de nosotros recibimos la totalidad, la plenitud del amor divino, veinticuatro horas al día todos los días de nuestra vida."
Fuego Secreto
Fuego Secreto nos Referimos al libro "El Fuego Secreto de la Madre Teresa, el encuentro que cambió su vida". P Joseph Langford MC, Editorial Planeta)