
ENCUENTRO
PRÁCTICo [1]
Viaje al Corazón: El corazón es una imagen que representa la parte más profunda del ser humano. En el mundo Semítico - el Antiguo Testamento- representaba el “centro” de la persona. En el año de la Misericordia el padre Pinto dio una descripción del corazón desde el punto de vista de los Salmos de la Misericordia:

“Corazón (lev- Hebreo) es el centro de una persona, porque en la mayoría de los casos las funciones intelectuales y racionales se le atribuyen al corazón... también indica el órgano central que controla las habilidades motoras de los distintos miembros del cuerpo... pero sobre todo, se refiere a lo que está oculto y no es inmediatamente evidente, la parte más íntima de los seres humanos, sus temperamentos...”
Los Salmos de la Misericordia, Concilio Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización (P. Sebastiano Pinto) 2015

* Juan 19:34"uno de los soldados le atravesó el costado con una lanza y al instante salió sangre y agua."
Los Padres de la Iglesia hablan del Corazón herido de Jesús como una “puerta de entrada” a Su interioridad. Sabemos que brotó Sangre y Agua- representando a la Eucaristía y el Bautismo, pero a menudo no pensamos cómo es que Su Corazón permanece abierto... éste es el lugar donde yo encuentro el infinito amor y sed de Dios. El mayor sufrimiento de Jesús es el rechazo del Amor Sediento de Dios por toda la humanidad; su Corazón traspasado refleja este rechazo de cada uno de nosotros por el pecado. ¿Estoy listo para cruzar por esta puerta de amor y misericordia?
e. Corazón expuesto – vulnerable: Mi corazón ha sido revelado a mí, a María y a Jesús. No hay más secretos. Me he abierto a la Luz de Cristo y ya no hay más oscuridad – no hay muros, defensas, máscaras ni barreras. Soy completamente vulnerable a Jesús y María. Es importante que sea consciente que ya no hay otros lugares ocultos- tal vez podría no tener ahora el tiempo de estudiar o comprender todo lo que hay aquí (podría trabajarlo en otra ocasión o cuando tenga más madurez), pero yo sé que no hay nada secreto. Nada que me sorprenderá o me cegará después. Yo he revelado todo.

4. El viaje continúa: Con María, como un niño en sus brazos, regreso a mi corazón una vez más. Ahora le permito a María conducirme todo el camino de mi corazón al otro lado. Es fácil ver otra abertura en mi corazón. Conforme atravesamos esta puerta me doy cuenta de que mi corazón está contenido dentro del Corazón Inmaculado de María. No estoy solo... de hecho, jamás he estado solo. Mis sentimientos de soledad han sido falsos porque nunca, nunca ha habido un momento en mi vida en que María no me abrazara. No importa qué tan sucio me haya sentido, a pesar de la oscuridad de mi corazón y el dolor de mi vida pasada, María siempre me ha abrazado porque me ama como una Madre. Nunca he estado solo. Nunca estaré solo.

Contempla los tres corazones latiendo como uno solo.
6. Nazareth: Las meditaciones de la Sagrada Familia son una oportunidad preciosa para reflexionar en la belleza de Nazareth. Hay muchas contemplaciones posibles aquí –María, madre de la familia; Jesús, como un niño e hijo, ayudando y jugando; José, padre y proveedor, trabajando, descansando y disfrutando el día, etc. Mi corazón necesita absorber el poder sanador de Nazareth.
Estas contemplaciones me ayudan a entender que mi familia de origen fue un modelo imperfecto y que la Sagrada Familia de Nazareth es un modelo perfecto. Hay paralelos obvios entre las dos, pero necesito tener muy claro en mi mente y en mi corazón que mi familia- mis papás, mis hermanos y mi experiencia – fueron un medio que Dios usó para acercarme a Su camino y a Su amor.
Permite que la Sagrada Familia sane cualquier herida del pasado que aún persista. Quédate el tiempo que sea necesario en Nazareth.
7. El Pretorio: Primera Estación de la Cruz- Examen de Corazón: Las meditaciones que conducen a ésta han sido preparadas para el viaje final al Calvario y al encuentro con la Sed de Jesús.
En nuestra espiritualidad MC el corazón es el lugar donde encontramos a Dios y le respondemos en amor y gratitud.
a. Es imposible pensar en mi corazón y no ver inmediatamente que se asemeja a los Corazones de Jesús y de María. Estos tres corazones deben latir como uno solo.
* Lucas 2:35 “Una espada atravesará tu corazón." Las palabras de Simeón a María en el Templo se cumplen de manera mística en el momento en el que el Corazón de Jesús es traspasado.
El Corazón traspasado de María es también una entrada a su interioridad. Su mayor sufrimiento es que toda la humanidad rechace a Su Hijo. Ella está tan unida a Él, que sus corazones laten como uno solo...siempre. Comparten una misión, un objetivo, un amor. Su corazón roto se transforma en una puerta de entrada a su interioridad de unión con el Padre en el amor de Jesús, su Hijo amado.
* Apocalipsis 3:20 "Mira que estoy a la puerta y llamo: si alguno escucha Mi voz y me abre, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo."
Mi corazón traspasado. ¿Estoy seguro de que mi corazón también ha sido traspasado como los de Jesús y María? Ahora debo hacer un viaje de mi cabeza y bajar a mi corazón para descubrir la entrada a este lugar herido.
b. Madre Teresa parece mezclar intencionalmente los pasajes de Juan 19:28, la proclamación de la Sed de Jesús, y Juan 4, la mujer Samaritana. De hecho, ella explica aquellas palabras finales de Jesús en la Cruz con las hermosas palabras de Jesús a la mujer de Samaria – Jesús estaba sediento del amor de la mujer Samaritana y de nuestro amor. Parece que para Madre Teresa los dos pasajes son casi uno- es una gracia y un entendimiento asombrosos. Padre Joseph pasa mucho tiempo desmenuzando este encuentro entre Jesús y la mujer Samaritana en los Ejercicios Espirituales “Tengo Sed” porque él también se da cuenta de la importancia de las conexiones que tienen para aquellos que siguen su hermosa espiritualidad.
Lee Juan 4:1-42 :
*La mujer Samaritana llega al pozo sola, buscando agua a la hora más calurosa del día. Jesús le pide de beber, pero esta petición en realidad es un deseo de darle a ella las Aguas Vivas del Espíritu y vida nueva. Él conoce lo que ha sido su viaje y todo el sufrimiento que ha experimentado en su vida. De modo similar Jesús está esperándome junto al pozo porque ¡Él quiere darme las misma s Aguas Vivas!
Jesús la conduce – me conduce en un camino al corazón, y cuando Él alcanza ese lugar interior, toca la puerta, “Ve y llama a tu esposo.” Para alcanzar la Cruz del Calvario, primero necesito tocar la puerta de mi corazón.
c. Mi corazón: Después de practicar la meditación / contemplación, permitiéndome hacerme pequeño –para mirarme a mí mismo como un niño (¿qué edad tengo? Pon atención a los detalles), y mirarme en los brazos de María, estoy listo para descender a mi corazón. Si en cualquiera de estos puntos no estoy listo – por ejemplo, no me puedo ver como niño en mis meditaciones o no puedo acercarme a Nuestra Señora – entonces necesito esperar y preparar mi corazón aún más para este viaje. Necesito pedirle a María estas gracias.
Cuando finalmente esté listo, necesito mirarme como un niño en los brazos de María, entonces explícita y directamente pedirle la gracia de llevarme a la puerta de mi corazón.
Le permitiré llevarme, bajando, bajando, en una espiral descendente hasta mi corazón.
(En mi experiencia personal, Nuestra Señora me cargó en su espalda, como lo hacen las mujeres indígenas de Guatemala. Entonces comenzó a descender una montaña, bajando entre rocas y más rocas, siempre descendiendo, y conmigo rebotando gentilmente en su espalda. Cuando llegamos al fondo me di cuenta que estábamos en la orilla de un bello bosque con pinos muy altos y cielos azules.)
Tu experiencia será única, de acuerdo a tu propia experiencia personal. Permítele a Nuestra Señora dirigirte. Lo que importa en esta experiencia es que me dé cuenta que no estoy solo. María es la guía. Yo soy conducido –Yo estoy siguiendo su dirección.
Cuando alcancemos la puerta de mi corazón ella se detendrá.
(En mi propia experiencia, María se detuvo en la entrada de una cueva, una bóveda muy grande. Lo que era un poco extraño era que esta entrada tenía rocas alrededor, parecidas a un arco romano – no había manera en que yo olvidara que esto era una puerta.
Cada uno tiene su propia experiencia de la puerta –para algunos es una puerta de metal cerrada, para otros es una cortina, para otros una puerta de madera. Tu puerta será de acuerdo a tu propia vida y sufrimiento. De hecho, este es el lugar de mi mayor sufrimiento – la puerta representa simbólicamente aquel lugar en mi vida donde he sido más profundamente herido.
Ésta es por lo menos una meditación completa, si no es que más. Necesito preguntarle a María si ésta es mi puerta de entrada. Ella no me engañará porque el Padre quiere que yo conozca en dónde está mi mayor sufrimiento. Es una Puerta Santa... un lugar de unión profunda e íntima con Jesús y María. Contémplala. Nómbrala. ¿Qué es?
Ta vez tendrás que hacer esta meditación muchas veces para entender qué es lo que María te está mostrando. No temas hacerle preguntas. Háblale como un niño a su mamá – sin temor, con gran confianza y apertura. Ella te dirá la verdad.
d. Cruzando la puerta de mi corazón. Conozco el camino ahora porque Nuestra Señora me lo ha mostrado. Sin embargo, nunca entro solo a mi corazón – María está siempre conmigo. Ella es mi guía y compañera constante. No debo confiar en mí mismo en esta área porque el mal espíritu está también presente para engañarme y ponerme trampas. Él no quiere que yo descubra este lugar herido porque representa la libertad para mí y la muerte para él. Quiere mantenerme atado y encadenado al pasado, a lo que no entiendo o a lo que me da miedo.
Juan 8:32 "Entonces conocerán la verdad, y la verdad los hará libres"
Juan 14:6 “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí”
Una vez que he descubierto la puerta de entrada a mi corazón y la he contemplado lo suficiente, ahora soy libre para entrar a mi corazón con María. Toma tiempo para estudiar lo que hay adentro. ¿Las paredes de mi corazón están marcadas con heridas, cicatrices, sufrimientos del pasado? ¿Encuentro cajas y armarios llenos de cosas de mi infancia o de mis primeros años? ¿Qué encuentro ahí? ¿Hay oscuridad o luz? Permítele a Nuestra Señora explicarte lo que hay dentro. Podría estar lleno o vacío – depende de cómo ha sido tu vida.
Contempla tu corazón.
(En mi propia experiencia, una vez que contemplé mi corazón con María descubrí que era como una cueva en el mar, con olas bañándola y con sol y arena visibles al otro lado. Me di cuenta que esto era una señal de sanación, apertura y libertad.)
Es bueno hacer una Confesión General en este punto del viaje. Esto me liberará y sanará –liberándome del maligno.
En el encuentro con la mujer Samaritana, Jesús se le revela después de que ella ha expuesto su corazón –“el Corazón habla al corazón.” La auto-revelación invita a una mayor auto-revelación.
“El amor sólo con amor se paga. Las heridas de amor sólo con amor se pueden curar” - Sn. Juan de la Cruz.
Juan 4:26 “Jesús le dice: “Yo el que te está hablando, soy Él.” Él dice estas palabras de un modo especial en griego: “Ego eimi ho lalon soi” -“Yo soy, el que te está hablando.” Estas palabras, “Yo soy”, crean un paralelo con la revelación del Señor a Moisés en el Antiguo Testamento (Ex 3:14 – “Dijo Dios a Moisés, “YO SOY EL QUE SOY.” Y añadió, “Así dirás a los israelitas: “YO SOY me ha enviado a ustedes.”)
La Revelación Divina del Santo Nombre de Dios es dada a Moisés y.... a la mujer Samaritana. Su nombre jamás se menciona -¿podría ser que no se le identifica porque ella nos representa a mí y a ti? ¡Nosotros somos la mujer Samaritana y Jesús se nos revela Él mismo a nosotros! Jesús me pide revelar mi corazón a Él y entonces Él se me revelará completamente. Este es el modelo.
Padre Joseph – Ejercicios Espirituales “Tengo Sed”: La Mujer Samaritana (Conferencia Introductoria 2):
“No hay necesidad de esperar –esperar una situación diferente, o mejores condiciones, planear o esperar un tiempo futuro cuando seremos más capaces de descubrir y saciar Su Sed completamente. El tiempo es ahora: Yo, quien te está hablando ahora soy Él – Yo soy tu plenitud ahora. La invitación de su Sed presente – ésta es la completa plenitud de nuestros deseos de amor, y de conocimiento (“Él explicará todo; porque Su Sed por mí en el momento actual ilumina quién es Él en el eterno ahora de la mente de Dios, y también mi relación con Él en el ahora de mi situación actual.”
Contempla tu corazón. Contempla tu propia vulnerabilidad ante Dios, ante los demás, y ante ti mismo. ¿Estás listo para aceptar este lugar interior? ¿Ésta parte interior de tu propio ser?
Mi corazón habita dentro del Corazón Inmaculado de María. ¡Qué don y qué gracia! Nuestros corazones están latiendo como uno solo.
Contempla la belleza de tu corazón dentro del Corazón Inmaculado de María. Su corazón ha sido perforado, igual que el mío. Nuestros corazones están latiendo juntos con amor a Dios.
5. Paso final de este viaje: Después de contemplar el Corazón de María, le permito continuar conduciéndome durante este viaje. Veo que su corazón se abre y que está envuelto por el Sagrado Corazón de Jesús. Así, nuestros tres corazones son uno solo. Mi corazón está envuelto por el Corazón Inmaculado de María y nuestros corazones están encerrados dentro del Sagrado Corazón de Jesús.
En el Libro de Oraciones MC la Primera estación del Vía Crucis tiene estas palabras:
“Jesús es condenado a muerte. Yo crucifico a Dios a través del pecado.”
Para contemplar esta escena necesito tener claro en mi mente y en mi corazón todo lo que está ocurriendo en este momento. Jesús ha sido arrestado por los guardias del Templo y condenado por los Sumos Sacerdotes, Caifás, y el Sanedrín. Ha sido llevado ante Pilatos y permanece ahora en el Pretorio, donde se juzgan los casos legales. Él permanece de pie, golpeado, coronado de espinas, y envuelto en mantos reales: “Ecce Homo.” “He aquí al hombre”
Jesús permanece en lo alto de las grandes escaleras de mármol (La Scala Santa, ahora en Roma) y hasta abajo, a un lado están los Sumos Sacerdotes y el Sanedrín, en el otro lado está la multitud desordenada, y también hay soldados romanos entre la gente para mantener el orden. Hay un pequeño grupo atrás y fuera, a un lado – María, la Madre de Jesús, María Magdalena, y Juan. Yo estoy con ellos como un niño. Todos estamos viendo lo que está ocurriendo con Jesús.
Jesús es condenado a muerte... pero no sólo por Pilato, el Sanedrín o la multitud... “Yo crucifico a Dios a través del pecado,” Aquellos son mis pecados, los que lo condenan. Jesús es inocente – Yo soy culpable.
8. El Pretorio es el lugar donde mi corazón es completamente sanado. Si le permito a Jesús tomar mi lugar como el culpable, entonces en humildad puedo seguir con María hasta la Cruz; sin embargo, si me niego a que Jesús tome mi lugar entonces estoy bloqueado. Necesito regresar a la escena de la mujer Samaritana o a Nazareth porque en mi pasado hay heridas que no han sanado todavía.
El Pretorio es el momento sagrado del intercambio. Él da Su vida por mí. Ahora, como un niño, camino alegremente con María, agradecido por lo que Él ha hecho por mí, y ansioso por consolarle.
Mi Vía Crucis ya no trata de mí; ahora se trata de Jesús. Yo estoy caminando con María porque quiero consolar a mi Señor. ¿Cómo puedo demostrar mi amor por Él? Mi corazón late en el Corazón de María –está abierto, expuesto, y vulnerable...pero, finalmente, libre. Ahora puedo amar a Jesús sin temor o ansiedad.
Ésta es la preparación para el encuentro – el final del viaje a mi corazón y el inicio del viaje a la Cruz.
+ Ave Crux, spes unica
(Salve Cruz, nuestra única esperanza)
[1] escrito por P Roberto Conroy MC




Jesús es inocente – Yo soy culpable. / Justicia: Yo debería estar en Su lugar y Él debería estar ocupando el mío.
Jesús es inocente – Yo soy culpable. / Misericordia: Jesús ha tomado mi lugar sólo por amor a mí.
¿Cómo me mira Jesús? Sus ojos pueden penetrar todo el camino al corazón como lo hicieron cuando miró a Leví/Mateo, al joven rico, a la mujer adúltera, y a muchos otros. ¿Qué mira Él, ahora que contempla mi corazón?
¿Sus ojos están llenos de enojo? ¿Venganza? ¿Dolor? ¿Felicidad? Mira Sus ojos –No temas. ¿Qué miras en ellos?
Tú eres un niño- corre a Él. Sube todas esas escaleras del Pretorio hacia Jesús. Nadie te detendrá porque es la voluntad del Padre que tú lo alcances. Abrázalo. Dale gracias por este regalo.



