

TENGO SED
VIACRUCIS TENGO SED

VIACRUCIS TENGO SED
INTRODUCION.
Explicación Introductoria.
Este es un Viacrucis donde dejaremos que María nos conduzca, que ella nos enseñe a vivir este momento desde lo que ella pudo haberlo vivido. Además, debemos vivirlo como niños, y saber que para Dios no existe el tiempo. Que lo que meditaremos no es puro imaginación, que realmente podemos estar hoy ahí en el Viacrucis acompañando a María y a Jesús en esta Dolorosa Pasión.
Después de cada jaculatoria introductoria, los invitaremos a cerrar los ojos para imaginarse la escena. Es muy importante cerrar los ojos e imaginarse lo que se está meditando.
Señal de la Cruz
Credo
INTRODUCCIÓN: Cierra los ojos, déjate llevar por María a su corazón. Ahí como pequeños niños haremos todo este Viacrucis. Imagínate subiendo por una escalera, al templo del cielo, donde no existe el tiempo. Al llegar a la puerta hay una fuente, en esa fuente, te bañas para purificarte, no puedes entrar en el Corazón de María, si no te purificas primero. Piensa en tus pecados, en tus resentimientos, y en cualquier obra de satanás (supersticiones, limpias, curanderismo, santería, espiritismo etc. etc.), renuncia a ellos. Si algo no has confesado, has el propósito de Confesarte. Arrepiéntete de todo eso y mientras cruzas por esa fuente deja a tras todo lo manchado por el pecado, lo impuro (si se cree oportuno se canta un canto de perdón).
Entra en el Corazón de María. Ahí pide a María que te envié el Espíritu Santo, el Espíritu de su Hijo, para que ore en nosotros. Como dice La Escritura, no sabemos cómo orar, necesitamos el Espíritu de Verdad para que me revele lo que sienten Jesús y María durante esta Pasión Dolorosa. Ven Espíritu Divino, ven a mi alma, a mi mente, y guíame, ilumíname, transfórmame por este Viacrucis. Padre revélame por tu Espíritu Santo la verdad, lo que viven Jesús y María en este doloroso Viacrucis. Dame la gracia de vivirlo no como algo del pasado, sino algo que trasciende el tiempo, algo que sucede hoy (si se cree oportuno se canta un canto al Espíritu Santo.).
Hijo, como una Madre amorosa quiero caminar contigo este Viacrucis. Es tan doloroso, mucho creen que lo que más le dolió a mi hijo fueron los clavos, los latigazos, la corona de espina. Si bien eso fue muy doloroso, más dolorosa fue Su Pasión interna, su “angustia de muerte” que sintió. Ver que a pesar de Su Pasión muchos se pierden, muchos no lo aceptan, muchos no se dejan amar. La fealdad del pecado y sentir el dolor que causa esto al corazón de Su Padre le es insoportable.
Mira a mi Hijo salir de la Ultima Cena. Ya sabe que uno de sus amigos lo va a traicionar y en él, le viene a la mente todos los que lo traicionarán y lo han traicionado a través de la historia. Los que prefieren el dinero y lo abandonan por cosas materiales. Los que le dicen, “amigo”, “Señor, Señor”, hipócritamente, para sacar beneficios. Sale con una angustia de Muerte, está solo, sus discípulos no lo comprenden. A mí en cambio se me concedió experimentar lo que Él experimenta, por eso Simeón profetizó que una espada atravesaría mi corazón.
Llega al monte de Olivos, todo esta tan tenebroso, pide a sus más íntimos que lo acompañen, pero ellos se duermen, lo dejan solo. Tú, no te duermas, más bien se el Ángel que consuele a mi Hijo. Él está experimentando el Anhelo Infinito de Dios por las almas, experimenta la dolorosa Sed que siente Su Padre. Pero, mira como las almas lo rechazan, como las almas se pierden, y esto le duele muchísimo. El enemigo le dice ¿para qué mueres?, si ellos no aceptaran tu Salvación. Él suda sangre de dolor. No es el miedo a la Pasión que le hace sudar sangre, es Su Sed, Su Anhelo por ti y por las almas de los pobres pecadores. Él se ofrece al Padre, aunque sea por una sola alma que acepte su Salvación. ¡Qué doloroso es para Él sufrir todo eso sin tener quien lo consuele!
Llega Judas, con la chusma, y al ver a Judas le parte el Corazón, lo mira con tal Amor. Él lo eligió para ser su discípulo y apóstol, en él ve a todos los sacerdotes y obispos que no viven santamente su vocación, por lo que lo traicionan con sus pecados, por los que no lo aman. Por los que enseñan cosas que van contrarias a su doctrina. El los eligió para ser sus amigos, sus íntimos, son sus elegidos, y sin embargo lo venden con un beso. Oren por esos elegidos de mi Hijo.
Pasa la noche solo, preso, hoy hay tantos de mis hijos presos, y muchos inocentes, hoy mi Hijo sigue preso en ellos. Cuantas injusticias solo por dinero. Y aun si fueran culpables, son mis hijos, y mi Hijo los ama y quiso experimentar el dolor que ellos sienten. Hoy mi Hijo sigue viviendo esa soledad en tantos ancianos que nadie van a ver, o en esos jóvenes que nadie comprende su dolor, su depresión y se encierran en su mundo de las drogas y vicios para olvidarse de su vacío y soledad.
Lo llevan ante el tribunal judío, lo humillan, lo escupen, se burlan de Él. Y hoy Mi Hijo, mi Jesús, sigue sufriendo esa humillación en tantos que so humillados por su raza, religión, defecto físico o mental, por su condición social. Cuantos son incomprendidos por sus enfermedades mentales, y se sienten no querido, no amado.
Canto y nos movemos a la primera estación.